2016 Ciudad de México, México
En arquitectura, el círculo ha supuesto siempre el gran reto de las distribuciones en planta. El atractivo juego compositivo y las cualidades tan particulares que genera en sus espacios ha llevado a seguir persiguiéndolo. La solución, en este caso, rescata a la perfección las posibilidades de la distribución central y aprovecha el crecimiento centrípeto para abrirse al exterior en toda la circunferencia perimetral.
En el centro se reúnen los elementos funcionales, los núcleos de comunicación vertical y las áreas húmedas, para concentrar las instalaciones y liberar el perímetro a los espacios vivibles que se entregan a las vistas.
El planteamiento programático responde a la coyuntura cultural de la zona y las necesidades de los vecinos combinando uso residencial, espacios comerciales y de trabajo.
Este orden de distribución eficiente, junto con el uso de sistemas estandarizados en encuentros y soluciones constructivas y la ordenada modulación, hacen que el proyecto se convierta en una respuesta completamente racional que se muestra tal cual es.
Arquitectura: Bernardo Quinzaños, Ignacio Urquiza Colaboradores: Mauricio García Noriega, Ana Laura Ochoa, Sebastián Gnaedig Maqueta: Juan Rojas Fotografia: Rodrigo Chapa
Concurso por invitación
Mención honorífica 'Torre Nuevo Polanco'
2016, Ciudad de México